Ciudad del Vaticano, 8 de noviembre de 2023. En una emotiva Audiencia General celebrada este miércoles 8 de noviembre, el Papa Francisco instó a los fieles a ser "testigos valientes del Evangelio" en un mundo cada vez más secularizado. En su discurso, el Sumo Pontífice subrayó que incluso los ambientes secularizados pueden ser una oportunidad para la conversión y la difusión de la fe.
Continuando con su ciclo de catequesis sobre la pasión por la evangelización y el celo apostólico, el Papa Francisco centró su atención en la figura de la Venerable Sierva de Dios Madeleine Delbrêl, una escritora y mística francesa que, a pesar de su origen agnóstico, encontró a Dios en su vida. Madeleine, además de ser asistente social, vivió durante más de tres décadas en la periferia pobre y obrera de París, donde descubrió la fe católica a la edad de 20 años.
El Papa destacó la dedicación de Madeleine Delbrêl a compartir la vida de las personas en la calle y su concepto de la "espiritualidad de la bicicleta", que representa la idea de que la fe no se mantiene quieta, sino que avanza en un constante movimiento de caridad.
El Santo Padre subrayó la importancia de mantener el corazón en constante salida, afirmando que "solamente en camino vivimos en el equilibrio de la fe". Además, destacó la lección de Madeleine de que "evangelizando se es evangelizado", lo que describió como una hermosa doctrina que nos recuerda que en cada situación de la vida, el Señor está presente y nos llama a compartir la vida de los demás, experimentando sus alegrías y dolores.
En un mundo secularizado, el Papa Francisco animó a los fieles a no temer el contacto con aquellos que no comparten la fe, ya que esto puede llevar a una revisión constante de la propia fe y a una redescubierta de su esencialidad.
Al finalizar su catequesis, el Papa recordó la importancia de orar por los seres queridos difuntos durante el mes de noviembre y expresó su deseo de que estas oraciones los guíen al cielo. También hizo un llamado a la solidaridad al pedir oraciones por los pueblos que sufren la guerra, haciendo especial hincapié en la martirizada Ucrania y los palestinos e israelíes afectados por un conflicto que ya lleva un mes, con un especial enfoque en los niños inocentes. El Papa Francisco reiteró su firme creencia de que la guerra siempre representa una derrota.